Wednesday, November 28, 2007

GUARDIA DE HONOR DE LA VIRGEN.-

La Virgen del Buen Aire que presidió durante más de dos siglos la capilla del Palacio de San Telmo fue inicialmente un altorrelieve tallado por Juan de Oviedo e 1600 para el retablo del Hospital de la Universidad de Mareantes de Triana. Tras trasladarse esta institución a San Telmo, el imaginero Pedro Duque Cornejo consiguió de manera muy acertada convertirla en 1725 en imagen de bulto redondo. En Septiembre del año 2.008, se espera que la imagen restarudada vuelva otra vez a la capilla del Palacio de San Telmo. La imagen saldrá en solemne procesión por las calles de sevilla, escoltada por la Muy Noble y Augusta Orden de Santa María de los Buenos Ayres + ORDEN BONARIA, el Gran Maestre, Oficiales Magistral, algunos de los diferentes Priores Generales que serán invitados por el Gran Maestrazgo, y que hayan demostrado mas virtudes y esfuerzo en la caridad por los más necesitados, así como Damas y Caballeros.
Una vez la imagen de la Virgen de los Buenos Ayres, vuelva a su trono en la Capilla del Palacio de San Telmo, se realizará una investidura de todas las Damas y Caballeros de Obediencia del Priorato General de España. En la fotografía el Prior General de España, Marqués del Krak de los Caballeros de Tadmur, en la Iglesia, en amena charla con el párroco de la Iglesia de la Parroquia Nuestra Señora del Buen Aire, D. José María Vázquez Soto. D. José María Soto, empezará a publicar en nuestra web, sobre la Cofradía de los Mareantes de Sevilla. La Orden Bonaria, publicará el libro "San Telmo, Biografía de un palacio", cuyo autor es el párroco de Nuestra Señora del Buen Aire.

Entre los años 1324 y 1326 los catalano-aragoneses, durante el asedio a la ciudad de Cagliari, construyeron sus casas y una iglesia en una colina llamada por ellos BONAYRE, de aires buenos o saludables, en contraposición al aire malsano de las zonas palúdicas del Campidano En 1370, una nave que se dirigía de España a Italia, debido a una tempestad, tuvo que arrojar al mar gran cantidad de bultos. Uno de ellos no se hundió sino que flotando delante de la nave, a la que parecía guiar, llegó a la costa de Cagliari. Unos pescadores encontraron posteriormente la caja de madera (conservada, al parecer, en el Museo del Santuario) que se resistía a ser transportada, suponemos que por su excesivo peso.

Pronto se constituyó en Protectora y Patrona de los navegantes. Su fama pasó a España, por acción de los padres mercedarios y de los mismos navegantes españoles. Famosa fue la Cofradía de Mareantes de Sevilla, que tenía por titular a Santa María de los Buenos Aires, que no desconocía don Pedro de Mendoza, fundador del Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, a quien en su testamento llama “Patrona y Abogada de todos sus fechos”.

Conviene reseñar, además, que don Pedro de Mendoza llevaba en su escudo nobiliario el lema: “Ave María, gratia plena”. Antes del descubrimiento de América existía en el barrio de Triana, a orillas del Guadalquivir a su paso por la ciudad de Sevilla, un hospital y Cofradía de Navegantes cuya capilla tenía la advocación de Nuestra Señora del Buen Aire.
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Tan general y tan consagrada era esta devoción, que las carabelas de los exploradores del Atlántico, desde Colón a Solís, Gabotto y Mendoza, tenían grabada la efigie de la Virgen de los Buenos Aires en el centro de la Rosa de Bitácora que, como todos sabemos, es el emblema y cuadrante de los vientos. Cuando bajo las órdenes del Rey de España, el oficial don Pedro de Mendoza, el 24 de Agosto de 1535, guió una expedición para descubrir nuevas tierras entre el Río de la Plata y el estrecho de Magallanes, enroló en la flota al mismo Leonardo Gribeo.La flota zarpó de Sanlúcar de Barrameda derecha hacia occidente. Las naves remontaron el Río de la Plata hasta la isla de San Gabriel y fondearon donde es hoy la dársena del Puerto de Buenos Aires. El 2 de Febrero de 1536 fundaron el Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, así llamado en homenaje a la Virgen del Buen aire, patrona de los navegantes y adorada en Cagliari y Cerdeña en Italia y Sevilla en España, por sugerencia del navegante cagliaritano siempre memorioso de la milagrosa intervención de la protectora de los marinos. Será Juan de Garay quien, el 11 de Junio de 1580, funda la “ciudad” de la Santísima Trinidad en el Puerto de Santa María de los Buenos Aires.Es interesante que Garay conservara la denominación elegida por Mendoza y que, al final, ha sido el nombre que ha perdurado para la actual capital de Argentina, Buenos aires.
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