El proyecto que queremos someter a la atención de este eximio Instituto, porque pueda favorecernos su connotación política optimal para un desarrollo estratégico, utiliza el know-how de algunas sociedades de búsqueda cientifica y las patentes de propiedad de los señores Rosario Tulino y Santino Letizia.
Se trata de un estudio conducido con gran rigor intelectual desde el año 1993, que ha producido un proyecto ejecutivo como respuesta industrial al problema de la polución ambiental tratado por el protocolo de Kyoto.
Se trata de un estudio conducido con gran rigor intelectual desde el año 1993, que ha producido un proyecto ejecutivo como respuesta industrial al problema de la polución ambiental tratado por el protocolo de Kyoto.
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El objetivo a corto plazo perseguible, supuesto un patrocino adec
uado, es la realización de instalaciones tecnológicas capaces de explotar las reservas de anhídrido carbónico (almacenadas en consecuencia de la realización de los acuerdos de Kyoto) para producir materias químicas intermedias estratégicas, utilizables en las industrias petroquímicas.
Entre los gases sierra, el anhídrido carbónico es el mayor responsable de la calefacción global del planeta y su concentración en la atmósfera alcanza hoy unos 379 ppm (partes por millón). En consecuencia de la creciente demanda energética, a medida de que la población mundial aumentará e intentará conseguir mejores estándares de vida, será consumida más energía, con relativo aumento de las emisiones de anhídrido carbónico. Al momento en el mundo son consumidos acerca de 12 terawatt de potencia de los cuales el 85% proviene de los combustibles fósiles. Con estos ritmos de crecimiento se calcula que al final de este siglo el anhídrido carbónico alcanzaría 550 ppm, quiere decir 770 mil millones de toneladas. Este nivel provocaría una calefacción global comparable por importancia a la última glaciación.
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El tratado de Kyoto obliga los Países adherentes a capturar y almacenar el anhídrido carbónico (CO2), esperando todavía que se establezca el destino final. Las cuotas de anhídrido carbónico son objeto de transaciones en la Bolsa de Chicago entre los Países y las empresas del sector mediante un sistema denominado Clean Development Mechanism. Eso funciona como un impuesto para quien contamina a favor de quién en cambio no lo hace e invierte en tecnologías respetuosas del ambiente.
Aún que este sistema funcionaría - en el asunto de que hubiera mayor sensibilidad por parte de los Países que no adhirieron al Tratado y si incluso se soportara la contracción económica que el sistema determina – se llegó a la conclusión científica, no tanto sobrecogedor, que los nuevos reglamentos como el protocolo de Kyoto no lograrán estabilizar los niveles de anhídrido carbónico en la atmósfera.
La indicación política que determina también la orientación científica de los grandes Institutos, está orientada hasta ahora á la busqueda de sitios más seguros de almacenaje de CO2 y a la puesta a punto de tecnologías para producir energías alternativas como la eólica, solar y nuclear, que de hecho son demasiado costosas para ser implementadas en larga escala.
Una política energética eficaz no puede concentrarse sólo en una de las muchas posibles alternativas.
No hay a este punto "un claro vencedor" que pueda reemplazar los combustibles fósiles. Pues es necesario la puesta a punto de tecnologías que permiten sus explotación y también sus fomento pero que respondan de manera adecuada al problema ambiental. Es decir, que estén en grado de proveer una respuesta industrial a los agentes contaminantes, tal que se pueda superar el problema de la estabilización de las emisiones, pero también el "dilema económico" que en el largo término provocaría exclusivamente una política basada sobre el racionamiento del carburante.
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Una política de sólo rigor, como son inspirados los reglamentos de Kyoto, haría perder la competitividad industrial justo a los Países más sensibles que se asumieran la responsabilidad de adoptarlos. Las industrias asillamadas "incluídas", de los eléctricos a los del cemento, de las refinerías de petróleo a los siderúrgicos son muy preocupados, creen que para derribar las emisiones se haya hecho ya mucho y que les comportaría costos insostenibles ir más allá..
Para la economía europea el tratado de Kyoto se convertiría en un caballo de Troia del momento que países como Turquía y Egipto, que no reconocen estas normas, aprovechan una especie de licencia a la polución que los rinden fuertemente competitivos.
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Nuestro proyecto, como ya señalado, contempla la utilización industrial del anhídrido carbónico como uno de los dos componentes de base del proceso de fabricación de un carbonato orgánico (derivado de fuente renovable) que se utiliza como integrante o sustitutivo de los compuestos intermedios de las gasolinas.
Este producto se fabríca con nuestro reactor patentado y es un carburante de síntesis que se une a la gasolina de base, de tal manera que la rinde ipergasolina ecológica. La principal función de los carbonatos es la de aportar oxígeno químico muy reactivo en la camara de combustión. Los otros constituyentes presentes en el producto contribuyen a aumentar notablemente el frente de llama.
Nosotros les hemos prestados la atención a este tipo de moléculas porque tienen la peculiaridad de desarrollar una acción de fuerte reducción de las emisiones contaminantes, sea en los motores diesel que a gasolina, sin manifestar efectos colaterales negativos como falta de solvencia, intorbidamento, corrosiones de los tanques y circuitos de alimentación, bajas tensiones de vapor, bajos puntos de inflamabilidad: defectos que caracterizan los productos hoy existentes en el mercado.
En el caso de la formulación para gasolina nuestros carbonatos orgánicos incrementan notablemente la capacidad antidetonante mientras en la formulación específica para diesel, que también hemos experimentado, viene mejorada la capacidad predetonante contribuyendo a levantar el Número de Cetano N.C. También hemos averiguado la total compatibilidad de estos productos, en los motores a gasolina que tienen marmitas catalíticas o en los motores diesels con sondas λ (lambda).
La molécula reformulada mediante nuestra tecnología, aumenta el número de los octanos en la gasolina, hasta 124 N.O. (Número Octano). Esto es un resultado excepcional en consideración de los productos existentes hoy en el mercado y de la demanda de motores con bajo consumo y alta performance.
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Del punto de vista económico el producto que hemos conseguidos es absolutamente ventajoso, capaz de reducir más allá del 30% el costo de los quimicales tradicionales, con garantía de reducción del 100% de las emisiones dañinas á traves de un sistema de reciclo continuo.
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Nuestro proyecto además de responder de manera concreta al problema de la polución representa un vehículo económico estratégico en consideración de que unicamente el consumo de gasolina por circulación vial es apreciable en el orden de cuarenta mil litros por según. Así también porque la materia primera utilizada en el proceso de producción es casi ilimitada y localizable a bajo precio (esto incide más allá del 60% sobre el coste de fabricación del producto final), mientras los costos de transformación: (catalizadores, energía, amortización instalaciones, manutención y mano de obra) influyen por el restante 40%.
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El costo industrial de nuestro carburante de síntesis (intermedio de las gasolinas) resulta ser hoy competitivo con respecto al mismo de derivación fósil, con un precio de unos 0,27 euro/kg contra 0,38 euro/kg de los compuestos en uso. Es importante considerar que a causa del diferente peso molecular, con un kilogramo de nuestro compuesto se consigue 1 litro de producto terminado. Mientras, con el mismo peso se consiguen 0,75 litros de químicales tradicionales, producidos por gas de refinación; escasamente performados, poco económicos por la compleja y costosa tecnología y sobre todo anti-ecológicos.
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Nuestro programa contempla la idea de realizar dentro de este año una instalación piloto modular, hasta 10 módulos, para uso demostrativo, con una capacidad diaria de 2 toneladas por módulo.
Mediante el auxilio de medios propios, construiremos en el área petrolquímica de Puerto La Cruz (Venezuela) el primer módulo de dos reactores patentados, uno para la síntesis de los carbonatos orgánicos y uno para el proceso de eterificacióm del etanol, derivado por la fermentación de biomasa.
Los titulares de la búsqueda científica y de este proyecto, al fin de afrontar activamente el problema energético y de la polución, han desarollado un estudio (patente ya depositada) para construir una aparato de termo cisión catalítico del alcohol etílico en hidrógeno y óxido de carbono para la alimentación de celdas a combustible y la conversión directa de los carbonatos orgánicos en energía eléctrica.
Si se consídera que para el final del 2008 la producción de etanol tiene una potencialidad de 100 mil millones de litros, no tanto marginal con respecto a los fósiles, es evidente el cálculo a demostración del absoluto valor económico de nuestro proyecto. Sin embargo queda por estudiar el problema de los gases sierra no puntuales siendo non realista la estrategia de capturarlos y no suficiente (aunque loable) la política de reforestación por un desequilibrio (de 2 a 1) entre deforestación y reforestación. Para balancear las emisiones actuales de anhídrido carbónico haría falta plantar, por cada año, forestas por una extensión equivalente a la entera India. Pues para completar nuestro estudio que nos vé sensibles al problema ambiental así como al tema energético, también hemos orientado nuestra búsqueda sobre específicos compuestos, activadores de la fotosíntesis con elevada capacidad de sustracción del CO2 difundido. Notables cuantitativos de anhídrido carbónico (mucho más de los 750 millones de toneladas por año establecido por los acuerdos internacionales) son capturables de modo seguro, sin crear desequilibrio ambiental, recurriendo a los océanos que constituyen la más elevada interfaz de cambio agua/atmósfera. Estamos estudiando una tecnología denominada 3FCompost, para conseguir un compuesto capaz de desarrollar en los organismos unicelulares (Diatomeas) la necesitad de CO2 por su crecimiento, determinando un modesto incremento en la actividad fotosintetica del fitoplancton marino.
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El objetivo a corto plazo perseguible, supuesto un patrocino adec

Entre los gases sierra, el anhídrido carbónico es el mayor responsable de la calefacción global del planeta y su concentración en la atmósfera alcanza hoy unos 379 ppm (partes por millón). En consecuencia de la creciente demanda energética, a medida de que la población mundial aumentará e intentará conseguir mejores estándares de vida, será consumida más energía, con relativo aumento de las emisiones de anhídrido carbónico. Al momento en el mundo son consumidos acerca de 12 terawatt de potencia de los cuales el 85% proviene de los combustibles fósiles. Con estos ritmos de crecimiento se calcula que al final de este siglo el anhídrido carbónico alcanzaría 550 ppm, quiere decir 770 mil millones de toneladas. Este nivel provocaría una calefacción global comparable por importancia a la última glaciación.
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El tratado de Kyoto obliga los Países adherentes a capturar y almacenar el anhídrido carbónico (CO2), esperando todavía que se establezca el destino final. Las cuotas de anhídrido carbónico son objeto de transaciones en la Bolsa de Chicago entre los Países y las empresas del sector mediante un sistema denominado Clean Development Mechanism. Eso funciona como un impuesto para quien contamina a favor de quién en cambio no lo hace e invierte en tecnologías respetuosas del ambiente.
Aún que este sistema funcionaría - en el asunto de que hubiera mayor sensibilidad por parte de los Países que no adhirieron al Tratado y si incluso se soportara la contracción económica que el sistema determina – se llegó a la conclusión científica, no tanto sobrecogedor, que los nuevos reglamentos como el protocolo de Kyoto no lograrán estabilizar los niveles de anhídrido carbónico en la atmósfera.
La indicación política que determina también la orientación científica de los grandes Institutos, está orientada hasta ahora á la busqueda de sitios más seguros de almacenaje de CO2 y a la puesta a punto de tecnologías para producir energías alternativas como la eólica, solar y nuclear, que de hecho son demasiado costosas para ser implementadas en larga escala.
Una política energética eficaz no puede concentrarse sólo en una de las muchas posibles alternativas.
No hay a este punto "un claro vencedor" que pueda reemplazar los combustibles fósiles. Pues es necesario la puesta a punto de tecnologías que permiten sus explotación y también sus fomento pero que respondan de manera adecuada al problema ambiental. Es decir, que estén en grado de proveer una respuesta industrial a los agentes contaminantes, tal que se pueda superar el problema de la estabilización de las emisiones, pero también el "dilema económico" que en el largo término provocaría exclusivamente una política basada sobre el racionamiento del carburante.
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Una política de sólo rigor, como son inspirados los reglamentos de Kyoto, haría perder la competitividad industrial justo a los Países más sensibles que se asumieran la responsabilidad de adoptarlos. Las industrias asillamadas "incluídas", de los eléctricos a los del cemento, de las refinerías de petróleo a los siderúrgicos son muy preocupados, creen que para derribar las emisiones se haya hecho ya mucho y que les comportaría costos insostenibles ir más allá..
Para la economía europea el tratado de Kyoto se convertiría en un caballo de Troia del momento que países como Turquía y Egipto, que no reconocen estas normas, aprovechan una especie de licencia a la polución que los rinden fuertemente competitivos.
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Nuestro proyecto, como ya señalado, contempla la utilización industrial del anhídrido carbónico como uno de los dos componentes de base del proceso de fabricación de un carbonato orgánico (derivado de fuente renovable) que se utiliza como integrante o sustitutivo de los compuestos intermedios de las gasolinas.
Este producto se fabríca con nuestro reactor patentado y es un carburante de síntesis que se une a la gasolina de base, de tal manera que la rinde ipergasolina ecológica. La principal función de los carbonatos es la de aportar oxígeno químico muy reactivo en la camara de combustión. Los otros constituyentes presentes en el producto contribuyen a aumentar notablemente el frente de llama.
Nosotros les hemos prestados la atención a este tipo de moléculas porque tienen la peculiaridad de desarrollar una acción de fuerte reducción de las emisiones contaminantes, sea en los motores diesel que a gasolina, sin manifestar efectos colaterales negativos como falta de solvencia, intorbidamento, corrosiones de los tanques y circuitos de alimentación, bajas tensiones de vapor, bajos puntos de inflamabilidad: defectos que caracterizan los productos hoy existentes en el mercado.
En el caso de la formulación para gasolina nuestros carbonatos orgánicos incrementan notablemente la capacidad antidetonante mientras en la formulación específica para diesel, que también hemos experimentado, viene mejorada la capacidad predetonante contribuyendo a levantar el Número de Cetano N.C. También hemos averiguado la total compatibilidad de estos productos, en los motores a gasolina que tienen marmitas catalíticas o en los motores diesels con sondas λ (lambda).
La molécula reformulada mediante nuestra tecnología, aumenta el número de los octanos en la gasolina, hasta 124 N.O. (Número Octano). Esto es un resultado excepcional en consideración de los productos existentes hoy en el mercado y de la demanda de motores con bajo consumo y alta performance.
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Del punto de vista económico el producto que hemos conseguidos es absolutamente ventajoso, capaz de reducir más allá del 30% el costo de los quimicales tradicionales, con garantía de reducción del 100% de las emisiones dañinas á traves de un sistema de reciclo continuo.

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Nuestro proyecto además de responder de manera concreta al problema de la polución representa un vehículo económico estratégico en consideración de que unicamente el consumo de gasolina por circulación vial es apreciable en el orden de cuarenta mil litros por según. Así también porque la materia primera utilizada en el proceso de producción es casi ilimitada y localizable a bajo precio (esto incide más allá del 60% sobre el coste de fabricación del producto final), mientras los costos de transformación: (catalizadores, energía, amortización instalaciones, manutención y mano de obra) influyen por el restante 40%.
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El costo industrial de nuestro carburante de síntesis (intermedio de las gasolinas) resulta ser hoy competitivo con respecto al mismo de derivación fósil, con un precio de unos 0,27 euro/kg contra 0,38 euro/kg de los compuestos en uso. Es importante considerar que a causa del diferente peso molecular, con un kilogramo de nuestro compuesto se consigue 1 litro de producto terminado. Mientras, con el mismo peso se consiguen 0,75 litros de químicales tradicionales, producidos por gas de refinación; escasamente performados, poco económicos por la compleja y costosa tecnología y sobre todo anti-ecológicos.
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Nuestro programa contempla la idea de realizar dentro de este año una instalación piloto modular, hasta 10 módulos, para uso demostrativo, con una capacidad diaria de 2 toneladas por módulo.
Mediante el auxilio de medios propios, construiremos en el área petrolquímica de Puerto La Cruz (Venezuela) el primer módulo de dos reactores patentados, uno para la síntesis de los carbonatos orgánicos y uno para el proceso de eterificacióm del etanol, derivado por la fermentación de biomasa.
Los titulares de la búsqueda científica y de este proyecto, al fin de afrontar activamente el problema energético y de la polución, han desarollado un estudio (patente ya depositada) para construir una aparato de termo cisión catalítico del alcohol etílico en hidrógeno y óxido de carbono para la alimentación de celdas a combustible y la conversión directa de los carbonatos orgánicos en energía eléctrica.
Si se consídera que para el final del 2008 la producción de etanol tiene una potencialidad de 100 mil millones de litros, no tanto marginal con respecto a los fósiles, es evidente el cálculo a demostración del absoluto valor económico de nuestro proyecto. Sin embargo queda por estudiar el problema de los gases sierra no puntuales siendo non realista la estrategia de capturarlos y no suficiente (aunque loable) la política de reforestación por un desequilibrio (de 2 a 1) entre deforestación y reforestación. Para balancear las emisiones actuales de anhídrido carbónico haría falta plantar, por cada año, forestas por una extensión equivalente a la entera India. Pues para completar nuestro estudio que nos vé sensibles al problema ambiental así como al tema energético, también hemos orientado nuestra búsqueda sobre específicos compuestos, activadores de la fotosíntesis con elevada capacidad de sustracción del CO2 difundido. Notables cuantitativos de anhídrido carbónico (mucho más de los 750 millones de toneladas por año establecido por los acuerdos internacionales) son capturables de modo seguro, sin crear desequilibrio ambiental, recurriendo a los océanos que constituyen la más elevada interfaz de cambio agua/atmósfera. Estamos estudiando una tecnología denominada 3FCompost, para conseguir un compuesto capaz de desarrollar en los organismos unicelulares (Diatomeas) la necesitad de CO2 por su crecimiento, determinando un modesto incremento en la actividad fotosintetica del fitoplancton marino.
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Además del producto tienen notable importancia los aparatos y el sistema (ya diseñado) para efectuar la difusión del compuesto (3F), en la capa superficial del mar. El área oceánica idónea a la fertilización es estimabile en casi 150 millones de kilómetros cuadrados. Considerando el límite de tolerabilidad del 3FCompost en 5 gramos por cada metro cuadrado resultarían necesarios 750 millones de toneladas.
El dato experimental que tenemos que determinar es la relación entre la cantidad de 3F introducida en el mar en función fertilizante y la tasa efectiva de la reducción de CO2 atmosférico, sobre un área muy vasta por un período de tiempo de por lo menos dos años. A través de estos resultados será posible cuantiar los costos reales de reducción del gas sierra. En todo caso, sin ninguna duda, esta actividad resultaría ciertamente eficaz con respecto a cualquier otro sistema.
********************
Esta relación, aunque refiere datos reales conseguidos por un estudio atento y los principios descritos son derivados de una búsqueda científica y de una diligente experimentación, viene transmitida con objetivo sólo informativo y facultad de todo uso, al eximio Instituto, al que presento también en nombre de mis colegas el más amplio agradecimiento y un sumiso gracias por todo lo que tendrá facultad de devolvernos en términos de exclusivo patrocinio.
El dato experimental que tenemos que determinar es la relación entre la cantidad de 3F introducida en el mar en función fertilizante y la tasa efectiva de la reducción de CO2 atmosférico, sobre un área muy vasta por un período de tiempo de por lo menos dos años. A través de estos resultados será posible cuantiar los costos reales de reducción del gas sierra. En todo caso, sin ninguna duda, esta actividad resultaría ciertamente eficaz con respecto a cualquier otro sistema.
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Esta relación, aunque refiere datos reales conseguidos por un estudio atento y los principios descritos son derivados de una búsqueda científica y de una diligente experimentación, viene transmitida con objetivo sólo informativo y facultad de todo uso, al eximio Instituto, al que presento también en nombre de mis colegas el más amplio agradecimiento y un sumiso gracias por todo lo que tendrá facultad de devolvernos en términos de exclusivo patrocinio.